¿Por qué el taller de Artemisa?

PARA TÍ CON HARTOS BESOS

¿POR QUÉ EL TALLER DE ARTEMISA?

Porque introduce a cada una, de las confiadas y esperanzadas mujeres, deseosas de escribir, en una esfera personal e invisible desde donde se aprecia cómo cambia la luna y bajo sus faces crecen los hongos, prosperan las mariposas dormidas durante su adolescencia y las margaritas estrenan una corola diferente desbordada de espadas de aterciopelados pétalos o nuevo inventario de soeces palabras.

Aquí es el lugar, aquí las palabras se desatan y se vuelven a engarzar o hilvanar en hilos de memoria, aquí está el corazón de la manzana que Adán nunca probó. Artemisa levanta la pluma y las alumnas escriben en papel las mil cartas perdidas con recuerdos de cuando empezaron a escribir.

Este es el momento y ningún otro, cuando en un parpadeo se puede perder la imagen, la textura del arco iris. Son pocas las sílabas que nos unen, más los acentos que se disparan, pero los puntos ejecutan grandiosos panoramas de luz entre comillas.

Cuando se toman del brazo una a la otra, el sentido de la cercanía se pierde, para ser una en la otra y resentir los mismos temores o disfrutar los sueños que nos son ajenos.

Escribir en una misma mesa, donde sólo se escuchan los saltos del propio corazón mientras las sonrisas animosas nos ven sin juzgar a ninguna de las que allí somos, nos permite escribir en la plana blanca que nos ha esperado tanto tiempo.

Y como si nos amáramos desde entonces, he recibido un puñado de comas y también una que otra letra: la hache que es muda o la zeta que parece impertinente. Pero Artemisa ha removido mis viejos huesos para que ellos hablen, mis tristes carnes para que escriban con la fuerza poderosa de su entusiasmo y la calidad de una guía escritural pluma en ristre.

Reyna, mayo eterno desde 2016.